CUATROJOS

Cierto día, la directora del colegio en dónde estudia Azucena, llamó a la madre de esta, diciéndole que necesitaba hablar con ella. 

MADRE: buenos días directora, ¿me mandó a llamar? 


DIRECTORA: buenos días señora, un gusto en saludarla, quiero saber si en su hogar hay algún problema ¿está pasando algo?


La madre de Azucena quedó muy sorprendida con tal pregunta.


 MADRE:¿Pero a qué viene esa pregunta ? En casa, todo está bien. no entiendo, ¿Qué ha pasado con mi hija, que ha hecho?


DIRECTORA: de hecho me preocupa su rendimiento académico, hasta el año anterior, tenía diplomas y era una de las mejores estudiantes, pero últimamente no copia en clases  y sus notas han bajado.


MADRE: ¿Cómo? ¿Qué está usted diciendo?


DIRECTORA: Quisiera saber la causa de su bajo rendimiento académico.


MADRE: la verdad no dejo de estar sorprendida, no sabía nada de lo que estaba pasando con mi hija, ella no me ha dicho nada. no sé que le esta pasando.


DIRECTORA: Señora, le recomiendo que hable con su hija, tal vez le esté pasando algo.


MADRE: Claro directora, gracias por avisarme.


NARRADOR: Después de despedirse. Y ya en casa, luego del almuerzo la madre se acerca a Azucena y dialoga con ella. 


MADRE: Hija, la profesora nos ha mandado a llamar porque has bajado en tus notas y ya no copias en clase, y  me comentó que haces otras cosas. ¿Qué está pasando?


NARRADOR: Azucena, con una voz melancólica y quebrantada, miró a su madre y le dijo. 


AZUCENA: Mamá, ya no veo como antes, me siento ciega, hace meses que no veo bien, y por eso no puedo copiar en mi cuaderno lo que la profesora escribe en la pizarra, además ya pararme a cada rato me da vergüenza, mis compañeros me molestan.  Así que mejor no copio. 


Un sentimiento de culpabilidad invadió a la madre, por no estar atenta a los problemas de su hija. 


MADRE: Azucena debiste decírmelo antes.


AZUCENA: Es que no quería que mi papá y tú se preocupen.


MADRE: No es así, hija, en la noche voy hablar con tu papá.


Por la noche, en la habitación, la madre le dice a su esposo.


MADRE: Azucena tiene problemas de visión. No ve bien. 


PADRE: ¿De verdad?, ¿desde cuándo?


MADRE: Desde hace meses dice, pero recién me lo ha comentado hoy. 


PADRE: Tendrás que llevarla al doctor para que vean que tiene.


Al día siguiente la madre llevó a Azucena al doctor. 

Ya en el salón de consulta, y luego de un chequeo…


DOCTORA: su hija presenta una alta medida en sus dos ojos, me sorprende que recién lo hayan notado, Azucena necesita usar anteojos con urgencia, de lo contrario pasará a problemas mayores.


MADRE: Sí, doctora,  me siento mal por no haber sido más atenta con mi hija, incluso en clases ha bajado su rendimiento académico, lo cual es sorprendente.


DOCTORA: Eso es debido a que no ve bien es por eso que necesita usar lentes.


MADRE: Doctora ¿cuánto  tiempo va a demorar en hacer los lentes de mi hija?


DOCTORA: 2 días.


MADRE: Está bien doctora  hágalos. muchas gracias por atendernos.


La madre se  despidió de la doctora y se fue con su hija.. Azucena estaba ansiosa por la llegada de sus lentes, pensaba en cómo se vería y que sus amigos ya no se burlaran de ella por acercarse a cada momento  a la pizarra. 


Después de dos largos días; Azucena fue con su madre a recoger sus lentes.


DOCTORA: Azucena ya tengo listos tus lentes.


AZUCENA: Quiero verlos doctora.


La doctora, cuidadosamente, sacó de su vitrina  una cajita color rosa.


DOCTORA: Aquí tienes, ven pruébatelos, te quedarán muy bien.


Azucena cogió sus lentes y se los puso, mirándose al espejo.


DOCTORA: Cómo te sientes.


AZUCENA: Veo mejor, pero siento que me pesan y me marea, me duele la cabeza también.


DOCTOR: esas molestias serán temporales, con el tiempo te acostumbrarás, lo importante es que ya ves, ¿verdad?.


AZUCENA: Sí doctora, ya veo mejor, los llevaré puestos a casa.


Al llegar a casa, sus hermanos al verla con lentes dijeron. 


LUIS: Pareces abuelita- dijo con voz burlona.

DAYANA: Ahora tienes cuatro ojos, ya no tendrás problemas para ver el pizarrón- y soltó fuertes carcajadas. 


AZUCENA: No me digan así, no es gracioso, mamá míralos me están  molestando. 


MADRE: Niños, no molesten a su hermana. ¡compórtense! 


LUIS: Dayana tiene razón, ahora tienes cuatro ojos- replicó Luis a carcajada tendida. 





VIDEO DIDÁCTICO DEL CUENTO CUATROJOS




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